El bobsleigh o bobsled (del inglés: sleigh/sled: trineo y bob: beto o sea betotrineo) es un deporte olímpico de invierno que junto al luge y alskeleton representan distintas modalidades de descenso en trineo.
Al igual que el luge y el skeleton, su origen se sitúa en los Alpes suizos a finales del siglo XIX. Concretamente el primer club de bobsleigh del mundo se fundó en 1897 en St. Moritz, Suiza y desde ahí se difundió a otras partes de Europa. Las primeras competiciones que podemos considerar oficiales datan de 1914. La Federación Internacional de Bobsleigh se fundó en 1923.
En sus primeras décadas de vida el bobsleigh tenía poco que ver con lo que es en la actualidad, ya que los materiales, el diseño, las pistas han cambiado completamente hasta hacerlo casi irreconocible. Al principio los trineos eran de madera, aunque pronto pasaron a fabricarse de acero.
Los principales avances llegaron en el terreno de los materiales, en dos aspectos: los nuevos trineos de acero y fibra de vidrio para cuya fabricación se utilizan los últimos avances tecnológicos en materia aerodinámica, y no menos importante, las pistas artificiales en las que se pueden alcanzar unas velocidades realmente increíbles, con las que nunca hubieran podido soñar los primeros practicantes de este deporte. Las pistas de hielo tienen recorridos estrechos, tortuosos y peraltados, con un número determinado de virajes a derecha e izquierda.